Muchas veces hemos hablado de los sistemas como el modo estructural en el que descomponemos nuestros equipos y cómo estos cobran vida a través del dinamismo de la táctica funcional y la dinámica específica del juego.
En formación, yo entiendo que los sistemas deben ser estructuras básicas que ayuden a que el futbolista pueda desarrollar los principios generales y específicos del juego, crear un contexto en el que posición, función y relación cobren sentido, cuando el futbolista lo haga dinámico, a través de la táctica individual en la toma de decisiones, de la táctica grupal en la relación de los futbolistas y de la táctica colectiva en las interrelaciones de las diferentes líneas para transitar ofensiva y defensivamente.
La clave para el entrenador, está en planificar estrategias que faciliten el rendimiento del futbolista, planificar la estructura soporte que ayude a que las sinergias del juego, le permitan crecer al jugador, sentirse seguro, permitirle innovar, fallar y fomentar su iniciativa, que entienda que hay un orden y que puede salirse de ese orden, para combatir al rival, orden y desorden deben convivir, siempre enmarcados en el desarrollo básico del futbolista y en el desarrollo práctico de los distintos principios del juego.
Para reflexionar sobre la organización del juego, os he traido este documento que tenía en mi poder de José Guilherme Oliveira en el que habla sobre estos aspectos, como es un documento original, no he querido tocarlo, porque seguro que lo entendéis perfectamente y así no desvirtuamos nada de la información, que aquí nos ofrece.

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