La mayoría de los entrenadores tenemos una lucha constante para que nuestros equipos gocen de un equilibrio adecuado en cualquiera de sus fases ataque-defensa y transiciones ofensivo-defensivas.
Para ello una de las particularidades que más nos pueden ayudar a conseguirla, son la buena interpretación de las vigilancias que realiza el equipo con balón, para estar preparados a construir las posibles soluciones defensivas, tales como anticipación, interceptación, presión, temporización más repliegue, etc…
Lo primero que tenemos que tener claro es que una vigilancia ofensiva, se realiza cuando mi equipo tiene el balón, para diferenciarlo de una vigilancia defensiva que se realiza cuando mi equipo no tiene el balón.
La mayoría de los equipos tienen unos mecanismos fijados en cuanto a las vigilancias, pongamos algunos ejemplos, hay equipos que dan libertad a la subida de los dos laterales y suelen realizar vigilancias de los centrales y medio centro, vigilan con tres. Hay otros equipos que obligan a quedarse a un lateral, si el otro sube, configurando vigilancias de cuatro.
También podemos encontrar vigilancias de un grupo en bloque, cuando el modelo de juego es fraccionado,por ejemplo, un grupo de futbolistas trabajando por detrás de balón (pueden ser 5 ) y otros tantos por delante de balón para desarrollar la fase ofensiva.
A su vez, también, podemos desarrollar vigilancias ofensivas de una línea sobre la línea que tiene balón,pudiendo establecer coberturas en la fase defensiva, ayudas defensivas y permutas si fuese necesario.
Este principio ofensivo te permite dotar de contenido táctico a aquellos futbolistas que se encuentran por detrás de balón y que se hará efectiva de manera notable en las primeras transiciones defensivas, tras pérdida.
No solo debes vigilar atacantes más peligrosos, atacantes descolgados o atacantes clave en la transición ofensiva de su equipo, sino que debes vigilar espacios hábiles, espacios fuertes, cercanos a balón y espacios susceptibles de ser ocupados por el rival.
Estas vigilancias puedes hacerlas más fijas, cuando las realizan el mismo grupo de futbolistas o más abiertas, cuando se les deja interpretar, permutar el rol o función, según las exigencias de la fase ofensiva que permita estar equilibrados en una posible fase defensiva.
Si las Vigilancias son más cerradas, es importante seleccionar qué puestos y qué hombres se encargan de realizarlas, teniendo en cuenta disposición sistémica y funcional de tu equipo, así como la disposición del rival.
Si las Vigilancias son más abiertas, también tendremos que ajustar cual es el mecanismo o el dibujo necesario para establecer el equilibrio, teniendo en cuenta plantilla propia y plantilla rival, por ejemplo que no se puedan emparejar un defensa lento mio, con un atacante rápido rival.
Aquí os dejo unas tareas que os pueden servir de ejemplo para trabajar las vigilancias ofensivas con vuestros equipos y para ello habéis de tener en cuenta que las vigilancias ofensivas se pueden hacer de forma individual, grupal o colectiva.