Hoy tenemos el placer de presentaros un trabajo de Enric Soriano, que no es la primera vez, que realiza un artículo para nosotros y que en este caso le hemos pedido que nos realice una introducción sobre su video en el que relata la intervención del entrenador en la tarea y pone algunos ejemplos de Mourinho,Guardiola o Villas Boas.
Os dejo con su trabajo y si queréis seguirlo en twitter aquí lo tenéis @EnricSoriano_
Gastamos horas y horas intentando diseñar tareas perfectas, teniendo en cuenta todas las variables posibles, tratando que los jugadores ocupen los espacios que ocupan en competición, y rodeados de aquellas relaciones similares a las que tendrán el día de partido.
Todo ello está perfecto y forma parte de las competencias que ha de tener un entrenador, sin embargo esas «supertareas» no existen. Son inalcanzables. El diseño puede ser mejor o peor (por supuesto), pero será la intervención del entrenador en el desarrollo de la tarea lo que convertirá en buena una tarea que solo lo es potencialmente (luego hay que aplicarla).
Corregir malas acciones, dar feedback positivo ante las buenas conductas, gestionar los tiempos (valorando la vida útil de la tarea, las manifestaciones condicionales que puede tener según el ratio trabajo/esfuerzo, y principalmente la adquisición de los contenidos por parte de los jugadores), dar feedback interrogativo en busca de un conocimiento declarativo que complemente el procedimental, explicar bien las tareas para su comprensión )de la tarea y de los contenidos), etc.
Las tareas en papel no son buenas o malas, solo son buenas o malas potencialmente. Se convierten en buenas o malas cuando son aplicadas en el entrenamiento, y la intervención del entrenador resulta un aspecto clave para que las tareas mejoren y sobre todo, que sirvan más a nuestros futbolistas.

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